En mis múltiples viajes a través de los países de Sudamérica, he podido ver que muchos importadores locales dependen de los neumáticos chinos para la alternativa más económica.  Muchos ponen todo lo chino en una misma bolsa.  “Le puedo ofrecer la marca X, la marca Y, o si no tiene lo Chino”.  Alguna vez has escuchado esto?

Que pasa con china? Porque tiene tan mala fama? Es esta fama justificada?

Cuando un piensa en calidad, piensa en marcas como Apple o Sony, si hablamos de electrónicos, o en Polo Ralph Lauren si lo hacemos de indumentaria.  Sin embargo, estas marcas, como un sinfín de “buenas” marcas, también basan una gran parte de su producción en China.  Y estos productos no son baratos.   Entonces…. A qué se debe la mala fama?

Después de muchos años de comunismo y rígido control estatal de la economía, China decide abrirse al comercio mundial, y se dio cuenta que no tenía inversión ni presencia aceptable de fabricantes extranjeros. Empezaron a fabricar sus propias versiones de productos conocidos, a licenciar marcas, y también a copiar diseños, que eran más bien malos.  Mucha de su mala fama, viene de esta época, luego de conformarse como país a partir de 1979. Sencillamente el novel país tenía otros asuntos más urgentes que atender, que dedicarse a mejorar sus industrias.

Como de esta forma no se progresaba, ni en calidad ni en mano de obra, la clase dirigente decide invitar a las grandes empresas extranjeras a interesarse por China como país productor, y de esta manera, se atraerían inversiones y se crearían muchos puestos de trabajo. Y las empresas extranjeras se beneficiarían de mano de obra barata, y las locales del conocimiento especializado que las primeras aportarían.

Hoy china tiene más de mil trescientos millones de almas, y es la segunda potencia mundial, siguiendo de cerca a los EEUU. Como el mayor exportador mundial, produce de todo, de acuerdo a las diferentes exigencias del mercado, sea este externo o interno. Que no quede ninguna duda.  Hay quienes exigen productos buenos, y hay quienes exigen productos baratos, sin mirar su calidad.  En este último segmento están los mercados de América del Sur. (Hay otros, pero estos son los que yo conozco).

Y si bien los importadores tienen su cuota parte de culpa, recordemos que la demanda hace al producto, y no a la inversa.  O sea, es el consumidor quien está exigiendo lo más barato sin exigir calidad.

 Y que pasa con los neumáticos?

 Al igual que en las otras industrias, este producto ha recorrido un gran camino.  Hoy china tiene más multimillonarios que cualquier otro país del mundo.  Y se dan el lujo de contratar ex - ingenieros de las más conocidas marcas de neumáticos y montar una fábrica de neumáticos con tecnología de punta en menos de un año.

 Por lo tanto, China produce (también) neumáticos de muy buena calidad. Y también es cierto que no todos los neumáticos económicos son de baja calidad  ya que los chinos, además de contar con una mano de obra barata, han apostado a comprar tecnología comprobada, y ahorrarse el tener que invertir en investigación, desarrollo e innovación.  Esto es debido a que luego de más de 30 años de encajonamiento, China  sigue sufriendo muchas estructuras organizativas rígidas del período anterior que no fomentan estas actividades,  y no toman riesgos. Y quizá hoy en día, dado como está el mercado, ya no sea conveniente tomarlos.  Los mercados exigen, China produce.

 

También es cierto que salen nuevas marcas de neumáticos todos los días. Y especialmente en estos tiempos de crisis, muchas de estas marcas son los mismos productos que se vienen comercializando bajo viejas marcas, con el objetivo de obtener más mercados que con las viejas marcas no se llega.

 

Como distinguir una buena marca china de otra no tanto? Que hacer?

 

Como en todo, la clave es conocer. Y saber comprar. La otra es experimentar, aunque en el caso de los neumáticos esta experimentación puede llegar a ser muy costosa, ya que el mínimo a importar es siempre un contenedor.  Y la experiencia de nuestros clientes podría no llegar a ser del todo satisfactoria, lo cual aumenta el riesgo.

 Siempre se deben pedir referencias que puedan ser consultadas.  Otros clientes que hayan comprado la marca.  Pedir envío de muestras.  Exigir pruebas (tests)  y ensayos de laboratorios.  Averiguar en qué mercados se vende (Por ejemplo, el mercado norteamericano, es uno de los más exigentes). Consultar los planes a futuro de una marca.  Tiene continuidad? Hay planes de expansión?  Nadie querrá construir marca, sobre un producto que no cumpla con estas exigencias básicas.

 Los mayoristas también pueden ser una solución. Tienen una ventaja grande, si se saben usar. Conocen a (casi) todos los fabricantes, sus productos, sus plazos de entrega, escuchan todo tipo de comentarios de los importadores, e intentan ganarse una clientela a largo plazo.

Pero la palabra última, siempre la tendrá el cliente final; el consumidor. 

 

Martin Barrandeguy

Latin Sales Manager

Asian Tyres Sourcing